Invertir en oportunidades en las cuales la rapidez y flexibilidad son elementos clave para el éxito de la operación.
Invertir en activos y proyectos en los cuales la banca tradicional no entra por situación, tipología de activos o tiempos.
Dedicar los fondos propios limitados a varios proyectos simultáneos, sin tener que renunciar a buenas inversiones.
Mantener el control del capital sin tener que dar entrada a socios financieros.